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miércoles, 14 de diciembre de 2011

Capitulo 23

Entre imaginar que hay detras de una puerta y pensar que pasaria si la ignoro pasamos la mayoria de nuestro tiempo, sin saber que de incognitas, acertijos y decepciones esta hecha la vida. Si te pones a pensar cuantas puertas se te han cerrado, cuantas incognitas haz dejado a un lado y la gran cantidad de personas que tiraron tu confianza a l basura, creo que no parariamos de hablar nunca y lo poco feliz que le queda  a la existencia se marcharían a un lado para dejar el paso a la depresión y tristeza que día a día vive un adolescente ignorado.

Un consejo, recuerden que la confianza sube en escaleras y baja en
 acensor.

Bueno, estando allí al frente de la espectativa de quien estaba detrás
de la puerta de aquella habitación, no tuve que pensar mucho cuando
un aroma que perfectamente mis sentidos recordaban inundo el pasillo por la ranura de la puerta semi abierta, logre ver una sombra
moverse en una de las esquinas de la habitación, mi corazón se
agitaba y sentía como mis piernas poco a poco comenzaban a
flaquearme. Aquella ranura se hizo mas grande y salio  una chica de
cabello marrón hasta los hombros, un poco mas alta que yo por sus
tacones, vestida con un vestido color rojo pegado a su excelente
figura, sus labios de color rojo y sus ojos ocultos por unos lentes de
 sol. No logre reconocer quien era ella solo me estudio con la mirada,
 sonrió y camino por el largo pasillo contoneandose tal cual como si
 fuera un pato, en un par de segundos el sonido de sus tacones con el
 piso de madera desaparecieron dejandome a mi otra vez con los
nervios de entrar a la habitación.

Respire profundo un par de veces hasta que por fin abrí la puerta del
 todo, di unos cuantos pasos y la cerré a mis espaldas. No lograba ver
 muy bien por la oscuridad, mire hacia ambos lados buscando alguna
corriente de luz que me guiara hacia lo que tanto anciaba ver. En un
rincón de aquel cuarto había un sillón mas o menos grande, en el
logre divisar una silueta de un hombre flaco, un poco despeinado y
triste, sabia que estaba triste, para eso no era necesario mirarle a los
ojos. Di un paso hacia aquel hombre que aunque ya sabia quien era,
este lucia completamente diferente al que vi la ultima vez hace tanto
 tiempo. Di otro paso y fue ahí cuando este ser deprimido me dirigió
 la palabra.

- Es usted otra psicóloga?.- Me pregunto, en ese momento supe que
el no sabia que vendría. Su voz siquiera era la misma, esta se
escuchaba grave, fría y muy temerosa.
- No.- Conteste acercándome mas a el, sus facciones eran diferentes,
 su piel era mas pálida que antes, logre ver algunas manchas  de su
vieja tonalidad en sus manos, su cabello era el mismo solo que ahora
estaba mas largo, pero aun no podía ver su mirada por la oscuridad.
- Una visitadora social, abogada...?.- Volvió a preguntar.
- No
- Entonces quien eres?
-  Una vieja amiga.- Conteste, me detuve en un punto en donde el no
 me diferenciaba bien, obligandole a que se levantara de su asiento.
- Eso me resulta muy irónico, los amigos no existe señorita
- Si existimos, solo que no me recuerdas muy bien por lo que veo.-
 Dije y el se inclino hacia mi para tratar de observarme a pesar de la
 oscuridad.
- Lo siento pero no se quien eres, si no te importa podrías dejarme
solo?
- No.- Me acerque mas a el y aquel hilo de luz que entraba por la
ventana me permitio ver aquellos ojos marrones que tanto ansiaba
encontrar.- Tu no me dejaste sola cuando mi madre murió, no pienso
 dejarte ahora que tu me necesitas.- Conteste y el me miro de aquella
 misma manera que lo hizo la ultima vez que estuvimos juntos.
- Maggie?.- Pregunto con un hilo de voz, se levanto de su asiento y
camino hacia mi.
- Hola Michael.- Conteste
- De verdad eres tu?.- Pregunto deteniéndose por completo delante de mi.
- Si.- Conteste acto seguido Michael me estrecho entre su brazos de
angel, mi rostro quedo sumergido en su pecho, mi brazos respondieron rodeando el cuerpo de Michael por su cadera, su respiracion bajaba por mi cabello inundando mis pulmones del aire mas dulce de este universo, tenerlo de nuevo en mis brazos era como si me hubieran regresado la otra parte de mi que me faltaba. Michael separo nuestros cuerpos para poder mirarme a los ojos. Dios! Su mirada aquella en donde creaba mi universo paralelo alejado de tristezas y nostalgias habia regresado.
- Que alegria me da verte de nuevo!.- Dijo exaltado abrazandome de nuevo.
- Si despues de tantos años!.- Conteste
- Por Dios! Que oscuridad es esta? Dejame encender la luz para verte mejor.- Michael se separo de mi y velozmente en aquella habitacion se hizo la luz.
- Mirate! Estas hermosa, no haz cambiado nada desde la ultima vez que te vi, sigues con esa carita de niña.- Dijo mirandome, senti como mis mejillas ardian de verguenza.
- Tu si que haz cambiado.- Conteste y Michael suspiro mirando al piso.
- Si, asi dicen pero no creas lo que dice la prensa.- Dijo levantando la mirada hacia mi de nuevo.
- Michael, recuerda que yo no leo la prensa.
- Cierto, es muy bueno eso. Pero ya dejemos de hablar tonterias y cuentame de ti.- Dijo, nos sentamos frente a frente en el piso alfombrado como dos niños porque asi lo elegimos.
- Jaja que te puedo contar?
- Cuentame que haz hecho? Sigues trabajando como masajista?.- Me pregunto sonriente.
- Fisioterapeuta!
- Jajajaa! Bueno eso tu me entendiste
- Si sigo trabajando en eso y tu que?
- Ya sabes, lo mismo de siempre componer, cantar y bailar.- Dijo, aquel no era el Michael deprimido que Janet me habia descrito, este Michael estaba sonriente y lleno de vida.
- Que haces aqui? Me refiero a aqui en Los Angeles.- Me pregunto
- Tu madre me ha llamado porque necesitan mi ayuda, tome el primer avion y aca estoy.- Conteste.

Al haberle dicho esto Michael se levanto furioso y salio.de la habitacion, yo me quede helada hasta que unos gritos se escucharon a lo lejos.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Capitulo 22


Una llamada puede cambiar hasta la forma de como miramos la vida, pero no todas son buenas, hay llamadas que nisiquiera deberíamos contestar pero de eso se trata, la cosa es que no sabemos la noticia y eso es lo divertido de recibir una llamada sabiendo que podemos terminar como bipolares o siendo los mas felices de todo el universo con tan solo escuchar una voz del otro lado del teléfono.

- Hola.- conteste mas dormida que despierta
- Buenos dias.- Saludo una voz muy amable del otro lado
- Con quien desea hablar?.-
- Con usted
- Disculpe pero quien es?.- Pregunte confundida
- Perdona, es Katherine Jackson.- Hiso una pausa.- La madre de Michael.-  El universo se detuvo para mi en instante al escuchar ese nombre de nuevo
- Hola Kathe como esta?.- Le salude con una voz nerviosa
- Muy bien mi niña, tu como estas?.
- Bien
- Me alegra.- Volvió hacer otra pausa.- Llamaba para pedirte un gran favor, mi familia y yo necesitamos de tu ayuda.- Dijo un poco mas seria pero sin abandonar la dulzura que tenia su voz.
- Si claro, en que les puedo ayudar?.- Pregunte nerviosa
- Esto es muy difícil para mi, pero se trata de Michael.- Hiso otra pausa y mi piso seguía tambaleándose al escuchar su nombre.- No se si sabes la noticia de que esta siendo juzgado por cosas que no hizo.- Finalizo
- No, no lo sabia
- Pero ahora lo sabes y necesitamos tu ayuda.- Puntualizo
- Si, en que los ayudo?
- Mañana comenzaran los injustos juicios en contra de mi hijo y necesitamos amigos intimos para que testifiquen a favor de Michael y no en su contra, podemos contar contigo?
- Pero yo no tengo pasaje para Los Angeles, nisiquiera tengo para quedarme alla.- Intente seguir hablando pero tal cual que Michael, Kathe me interrumpio
- Por eso no te preocupes, te puedes quedar aqui en Encino o en Neverland, solo confirmanos que puedes asistir.- Lo pense un par de veces, a la final el me necesitaba y no le daria la espalda ahora que me necesita.
- Si, pero y el pasaje?
- Afuera de tu casa hay una camioneta esperando por ti y ya tu vuelo sale en una hora.- Hiso una pausa y yo me quede perpleja.
- Pero... como...yo....- Tartamudee
- Michael y yo sabemos que podiamos contar contigo y que no te negarias, nos vemos en unas horas yo misma te pasare buscando por el aeropuerto.
- Esta bien, nos vemos.- Finalize la llamada en un estado de shock, mi padre miraba por la ventana de la sala aquella camioneta negra que me esperaba.

Como era posible esto? En que problema legal se habia metido Michael que necesitaban de mi ayuda? Que podia hacer yo, si hace nueve años que no le veia ni en fotografia?. Me pregunte mientras caminaba hacia la sala para decirle a mi padre que le dejaria solo unos cuantos dias y quizas algunas semanas.

- Maggie llama al 911! Hay una camioneta negra estacionada afuera y no se de quien es.- Dijo mi padre alarmado
- Tranquilo papa, me esta esperando a mi esa camioneta.- Conteste y el se alarmo mas
- Te secuestraran si te subes a ella, llamare al 911
- Papa, Michael ha enviado esa camioneta por mi, quedate tranquilo
- Michael... Jackson?
- Si
- Y para que la envio?.- Pregunto
- Se ha metido en varios problemas y su madre me ha llamado porque necesita mi ayuda.- Conteste
- Que clase de problemas?
- Al parecer son legales.- Mire la hora y vi que se me estaba agotando el tiempo.
- Ya debes irte?
- Si papa,  no se cuanto tiempo me tome estar alla, estare en casa de su familia, te llamare todos los dias.- Dije subiendo rapido las escaleras, mi padre subio detras de mi.
- Pero no puedes irte asi hija!.- Intento detenerme
- El necesita de mi en este momento, no se que tan grave sera el problema pero ese no es el punto, debo ayudarlo.- Conteste
- En ese caso.- Comenzo ayudarme a llenar mi maleta de ropa para el viaje.- Que te vaya  muy bien y le envias mis saludos a su familia
- Gracias papa

Luego de eso unas cuantas llamadas a mis hermanos para que se enteraran de mi ausencia y para que cuidaran de mi padre mientras no estaba, despedida rapida de Danko y ya me encontraba camino al aeropueto. Mi vuelo se atraso unos cuantos minutos, pense que me tocaria un vuelo en segunda clase, algo normal y a lo que estaba adaptada, pero no. Un hombre vestido de negro me pidió que lo acompañara, nerviosa lo hice caminamos hacia los andenes en donde me esperaba un avión pequeño, especial para vuelos privados y que era de Michael.

Nunca había viajado con tantos lujos, me ofrecieron hasta sushi y yo solo opte por un sandwich de jamón con queso y jugo de naranja. No se si seré yo pero los aviones me dan mucho sueño y al poco tiempo de haber despegado me quede dormida. Imagino que pasaron un par de horas cuando una amable asafata me desperto de aquel sueño que no logro recordar, rapido baje de aquel lujoso avion y tambien mi rapido me dieron mis maletas sin necesidad de hacer aquel molesto chequeo.

Estando ya afuera busque con la mirada a Kathe ya que ella me dijo que me pasaria buscando, un par de minutos pasaron y no la encontre.

reconoceria aun estando en un estado de coma
- Janet! Callate que este viaje me ha tomado por sorpresa.- Conteste en mi defensa, ella me sonrió y me abrazo
- Cuanto tiempo ha pasado no? Pero tu estas igual, los años no te caen encima amiga.- Dijo ella, caminamos hacia afuera en donde nos esperaban unos cuantos periodistas y una camioneta negra como la que me esperaba en casa.
- Jaja, tu estas mas grande, la ultima vez que te vi eras una niña.- Subimos a la camioneta y nos encaminamos a quien sabe donde.
- Mi madre lamenta que no haya sido ella quien te viniera a buscar, pero se presento un problema con Michael.- Dijo Janet entristecida
- Que le ha pasado a Michael?.- Pregunte preocupada
- Ultimamente ha estado sufriendo ataques de panico y hoy le dio uno, desde que comenzo el juicio ese ha estado asi, ya no duerme ni come lo suficiente esta realmente mal.- Contesto
- Pero de que se trata todo este juicio? No entiendo nada.
- Un niño lo ha acusado de pedofilia, después que mi hermano le dio todo lo que un niño puede soñar, pero estamos seguros que es dinero lo que desean el y su familia, obvio que Michael esta dispuesto a dar lo que sea para que esto no siga adelante pero mi madre lo convenció de limpiar su nombre por los medios legales, además el no ha hecho nada malo.- Al decirme esto se me hizo un nudo enorme en la garganta, que clase de persona puede imaginar que Michael seria capaz de tal barbaridad, ya veia la gravedad del asunto y porque me llamaba Kathe, mis dos sobrinos habían compartido junto a Michael y no había ningún comportamiento extraño de su parte.
- Que clases de infelices son esos
- Lo mismo digo, gracias por venir en serio, quiero a mi hermano de vuelta y no al zombie que esta encerrado en Neverland.- Contesto Janet, una lágrima rodeo su mejilla, yo le extendí mi mano apretándola, estaba ahí y no me retrasaría ha casa hasta que se hiciera justicia.
- Todo estará bien.

El resto del viaje se llevo en total silencio, aun no podia creer la noticia que Janet me habia dado, estaba aqui para hacer justicia por Michael, mi delcaracion ayudaria a poner tras las rejas a quien verdaderamente era culpable, no se en que momento llegamos a una gran casa de bellos jardines, habian un par de carros apartados afuera y se escuchaban constantemente helicopteros revolotear el aire. Janet y yo bajamos de la camioneta mientras el chofer se encargaba de mis maletas, uno de los jardines decia Neverland, por ese nombre supuse que se trataba de la casa de Michael.

Al entrar reconoci varias caras, unas las habia visto en peliculas tales  como Liz Taylor y Diana Ross, otras eran simplemente familiares de Michael, sus hermanos todos estaban presentes y su intimidante padre tambien. Todos posaron su mirada sobre mi cuando entre, el piso me tambaleo por un momento pero este no era momento de intimidarme con nadie, era el momento de ayudar a Michael.

- Maggie querida! Que tal tu viaje?.- Me saludo Liz Taylor como si me conociera de toda la vida.
- Muy bien, gracias.- Conteste confundida pero a la vez educada
- Me alegra, ven por aquí esta Kathe.-  Desvié la mirada hacia Janet y esta me dijo que le siguiera, así los hice y me guió hacia uno de los pasillos de la casa, toco una de las puertas y me dejo sola, espere a que alguien me abriera...

lunes, 14 de noviembre de 2011

Capitulo 21


Comenzamos una historia sin pensar en su final, comenzamos una vida sin pensar el dia de nuetra muerte, saben por que? Porque no queremos soltarnos de momentos felices vividos, todos tenemos momentos felices, todos tenemos momentos triste incluso todos sufrimos de bipolaridad, un segundo estamos exelentemente bien y dos segundos despues no queremos ni que nos miren. Esto es lo mejor del ser humano, nunca sabemos como vamos a reaccionar a ciertas conchitas de bananas que se nos tire la vida, sabemos caernos y poco a poco levantarnos de una fuerte caida. Pero cuando esa caida es del alma levantarse resulta mas complicado de lo que parece, hay ocaciones en que enfrentamos problemas y creemos que con el pasar de los dias, meses o incluso años todo estara bien, pero no. Mientras mas tiempo pase mas dolorosa se vuelve esa caida, tratamos de levantarnos y siempre hay algo que no los impide, a veces es nuestra conciencia o simplemente nos damos por vencidos.

Yo me di por vencida un par de veces, y nuevamente me estaba dando por vencida. Esa tarde si me fui con mis sobrinos y Michael, paseamos por un parque cerrado solo para nosotros, los niños se divirtieron, Michael y yo tambien pero de ambos se que el la paso mucho mejor que yo. En todo momento en mi mente rondaba una gran interrogante, el juntos para siempre no estaria en nuestras vidas, siempre dicen que lo bueno dura poco, y que los grandes amores son los que terminan rapido. Terminar, esa era la palabra correcta, pero como terminar algo que no habia empezado concretamente? Vaya cosa mas dificil, era complicado y lo pense mas de una vez, pense como decirle esto a Michael sin romperle el corazon, pero seria algo estupido ya que de solo pensar de que esto tendria un fin me abria un agujero en el alma, mas profundo que el que dejo la partida de mi madre, perder a dos personas que amas es dificil, pero es una caida a la cual poco a poco me debia levantar.

Luego que regresamos de aquella maravillosa tarde pera mis sobrinos, le dije a Michael que debia hablar con el, dejamos a los niños en mi casa y luego el y yo salimos en una cita informal y realmente seria. La presion se sentia en el ambiente, no sabiamos en donde bajar, teniamos que encontrar un lugar privado para poder hablar. Al final terminamos como en una especie de bosque, en donde llegamos a un sendero que estaba iluminado por varios postes de luz, ya estaba atardeciendo y el clima era normal.

- Para que hemos venido aca?.- Me pregunto Michael, dimos unos cuantos pasos mas hasta que me detuve en seco.
- Tenemos que hablar.- Conteste, su rostro se palidecio y no tenia expresion alguna.
- No me gustan esas palabras
- A mi tampoco.- Me acerque un poco a el, y el dio un paso hacia mi. Nos miramos por un momento largo, bendito aquel lugar donde su mirada era mi escape del mundo.
- Que me quieres decir?.- Pregunto serio sin apartar su mirada de la mia.
- Te volvere a ver?.- Fui al punto directamente, queria acercarme un poco mas y abrazarlo para mas nunca soltarlo.
- No lo se, depende de ti.- Contesto.
- No te entiendo.
- Si me voy sera para siempre, sabes como es mi trabajo y los proyectos que quiero comenzar, sabes tambien que me encantaria que vinieras conmigo pero no te puedo obligar hacer algo que no quieres.- Hiso una pausa y acaricio mi mejilla con una de sus manos.- Sabes que te quiero mas que nada en este universo, alomejor aun no nos toca estar juntos para siempre, esperaremos ese momento y cuando sea el indicado estaremos nuevamente juntos, esto me duele tanto como a ti creeme que la idea de dejarte sola es horrible de hecho el pensarla solo me da dolor, pero los dos saldremos adelante, que importa si la distancia nos separa? Tu y yo estamos juntos, no fisicamente pero nuestros corazones si, cada latido de mi corazon canta tu nombre Maggie y asi lo hara para siempre, hasta el momento que deje de latir.- Concluyo, no pude evitar el no llorar, Michael me arrastro hacia el obligando que mi rostro se acurrucara en su pecho.
- No quiero dejarte ir, por que esto es tan dificil?.- Le pregunte, Michael me abrazo mas fuerte.
- Los grandes amores son los que duran poco tiempo, por eso duele.
- No te vayas.- Suplique en un ultimo aliento, sabiendo que el se negaria.
- Amor sabes que no puedo quedarme, pero si puedo prometerte que te llamare todas las noches que pueda y que cada dia te escribire una carta para contarte como me fue en mi dia y quiero que tu hagas lo mismo.- Me pidio y yo asenti. Acto seguido me acerco un poco mas a el, subi mi rostro para apreciarlo mejor, quizas esta seria la ultima vez que lo veria de esta manera, en un giro de rostros el fundio sus labios en los mios, un sabor distinto, seguia siendo dulce pero con ese toque de melancolia y dolor que nos envolvia a ambos,  por otra parte no quería soltarlo entonces fue cuando mis manos jugaron codiciosas por su cabello, las de el se aferraron a mi cadera, nuestra respiración era cortante, nuestro aliento un aire desconocido para la humanidad, nosotros eramos la imperfección de la perfeccion en ese solo instante.

Nunca nuestros besos sobre pasaron el limite requerido por la pasión, pero esta vez era distinto, Michael me recostó contra uno de los arboles que estaban cerca de nosotros, acaricio mi espalda y yo me aferre mas a sus labios, cuando estaba apunto de quitarme la camisa el me detuvo en seco.

-          No, no es el momento.- Dijo frustrándose sus deseos corporales.
-          Y si no te vuelvo a ver?.- Conteste prácticamente ahogada tratando de recuperar la respiración.
-          Nos volveremos a ver, no te quede la menor duda de que te volveré a ver.- Me beso otra vez.
-          Te puedo pedir algo?.- El asintió.- No quiero que me pidas que te vaya a despedir al aeropuerto, es mas no quiero ver cuando te vayas.- Le pedi, el no me contesto nada, solo me abrazo fuerte.
-          Esta bien, se que odias las despedidas.
-          Como no tienes idea.- Finalize.

Esa tarde/noche nos quedamos allí en ese prado contemplándonos uno a l otro, yo trataba de que mi memoria grabara cada gesto de Michael, cada mirada, su sonrisa. Que mi piel nunca olvidara su tacto, que mis labios no borraran ese dulce sabor que tenia.

Para que mentirles que mis días fueron cada vez en picada desde que Michael se había marchado, habían pasado ya varios meses desde la ultima vez que lo vi. Mi vida era una completa monotonía, estaba a solo pasos de transformarme en un robot. Mis hermanos continuaron con su rutina que ya tenían, en cambio yo tenia que buscar una rutina para mi, tuve suerte de encontrar un trabajo que iba de la mano de mi profesión, no era muy divertido pero por lo menos me alcanzaba para comer y ayudar en la casa. Trabajaba cuidando de un señor de 90 años, era como su enfermera y fisioterapeuta al mismo tiempo. Para suerte mia el señor no tenia mucho de que hablar, de hecho nisiquiera emitia sonido alguno.
Los días se me hacían cortos y las noches demasiado largas, dormía poco y casi ni comia… No había necesidad de comer cuando estas al borde de la muerte, no la muerte física si no la espiritual. Cuando tu alma ya no tiene fuerzas para decirle al cuerpo que siga adelante, las horas y los minutos eran como cuando tienes un moretón y la sangre corre bajo el, ese dolor.  A veces tan solo me despertaba con las ganas de regresar a Los Angeles, irme de nuevo a mi vida feliz y antigua, solo quiero salir de este valle de lagrimas, de esta soledad que me persigue hasta el fin de los tiempos.
Esa soledad me acompaño por varios años, nunca los alamanaques se me habían hecho tan largos, los días como ya les había dicho antes eran larguísimos, y aburridos. Pasaron 9 largos años, si ya se que es mucho tiempo y cuando pasa eso ya nisiquiera te das cuenta del tiempo o el espacion en el cual estas viviendo. Al pasar de estos años alquile la casa que tenia en Los Angeles para poder tener otra entrada de dinero, la economía nos estaba matando, como pudimos salimos adelante.
La mañana de un 14 de noviembre de 1993, recibi una llamada telefónica que cambio mi vida…

martes, 18 de octubre de 2011

Capitulo 20


 Decir adios no es la parte mas facil de una relacion y creo que todos tenemos esto muy claro, cuantos de nosotros no hemos dejado al supuesto amor de nuestra vida a un lado? Todo por que le encontramos defectos que siempre nosotros mismos tenemos y los del problema somos nosotros pero nunca lo vamos admitir, siempre buscaremos a un idiota al cual le podamos hechar en cara el mayor de nuestros defectos.

Por esta primera razon se dice Adios en una relacion, en cambio cuando la cosa se traslada a una familia el Adios siempre viene de la mano de cualquier division politica, y no es un adios tan frio, son esas despedidas que se curan en navidades o en borracheras. En la familia no deberia estar incluida la despedida, porque sabes que en algun momento de la vida se van a volver a encontrar, asi pasen unos 50 años sin ver a tus padres, hermanos primos... Siempre nos encontraremos, eso es lo bonito de la familia.

Pero hay un tipo de Adios que nadie quiere decir, este es el adios a cualquier persona que acaba de partir de este supuesto hermoso mundo y pasa a lo que llaman cielo o infierno. Quien sabe si existe la vida despues de la muerte, aunque para muchas religiones esto es muy serio, a mi me parece extremadamente ironico, pero no discutire eso en este momento.

A este punto queria llegar, no soy una mujer expresiva, soy ese tipo de chicas que sufren en silencio. Mi madre fallecio, si ya se que es un acto triste, pero por favor no se lamenten. Su muerte era algo que practicamente se esperaba, el contar de los dias cada vez eran mas fuertes para ella, el dolor aumentaba. Hasta que una mañana simplemente no desperto. Los medicos nos comunicaron que fue un paro respiratorio, yo pienso que solo se fue.

Semanas dificiles cayeron como lluvia en mi familia, preparar las cosas de la funeraria, explicarles la muerte a mis dos sobrinos, las descompensaciones emocionales de mis padre. Mis hermanos y yo fuimos fuertes pero uno a uno caimos en el avismo de la desesperacion y la depresion, sin saber que hacer o a donde ir. Aunque era un suceso que se esperaba no quisimos afrontar a la realidad de momento, yo aun me encontraba en lo que se llama shock, nisiquiera habia derramado una lagrima por mi madre que ya no estaba a mi lado. En esos momentos dificiles mi escape a un mundo irreal era estar con Michael, no importaba si no nos deciamos palabra alguna, solo deseaba sentirme cuidada, saber que le importaba a alguien. Dias antes del fallecimiento de mi madre, Michael viajo a Los Angeles por un par de dias, luego regreso a mi lado... Dos dias despues de su regreso mi mama se sumergio en un sueño profundo.

La tarde despues del entierro cuando llegamos a casa todos pareciamos un culto de vampiros, estabamos palidos sin cualquier mueca de expresion en el rostro, mi padre solo se sento en su sillon y encendio la televison para ver los deportes. Mis sobrinos se fueron directo a la cama y mis hermanos prepararon te. Yo me quede un rato parada en la puerta y sin hacer ruido alguno Michael estaba a mi lado, la casa estaba completamente vacia, no senti nada, no escuche nada. Era un vacio enorme lo que vivi en ese momento, un dolor en el pecho como si me colocaran unas mil pesas y no pudiera respirar. Sin darme cuenta varias lagrimas comenzaron a mojar mis ojos y a caer deliberadamente por mis mejillas, un nudo en mi garganta detuvo por completo mis palabras y algo no me permitia moverme, exactamente no se que fue.

Unos brazos fuertes me tomaron por la espalda, trataba de escuchar algo pero todo era un silencio tan tormentoso, seguia sin poder respirar y me aqruie hacia el suelo. En eso alguien me me tomo muy fuerte por los brazos, su contacto con mi piel ardia, trate de safarme pero no lo logre. Entre tanto silencio alguien llamo por mi nombre pero solo queria escapar. Visualize entre aquellos rios de lagrimas a tres slituelas pero no la que me llamaba.

- Maggie, mirame.- Dijo esa voz, era dulce pero a la vez firme. Me tomo por el rostro sacudiendomelo un poco. Sus dedos limpiaron mis lagrimas y alli fue cuando lo vi. Su rostro preocupado, solto un suspiro cuando deje de moverme desesperadamente por soltarme, sus ojos aquel perfecto tranquilizante para cualquiera de mis histerias, su tacto de su piel contra la mia era como si me envolvieran en sabanas de seda, y para culminar su voz, musica para mis oidos.

Lo mire por un par de segundos, hasta que cai rendida en mi pelea por escapar de este mundo, Michael me tomo firme por los hombros atrayendome contra su cuerpo, automaticamente mi cabeza quedo justo en su pecho, el palpitar de su corazon era relajante y acompañado de su dulce aroma que embriagaba hasta el ultimo rincon de mis pulmones. Un par de minutos en sus brazos para entender que no iba a enfrentar esta batalla sola, que a pesar de haber perdido a mi madre lo tenia a el, mi mundo podia estar de cabeza pero con Michael a mi lado buscarle una solucion a cualquier problema era sencillo.

- Estas bien?.- Me pregunto susurrandome al oido, mire a mi alrededor y la mirada de mis hermanos estaba clavada en mi, todos con las mismas caras largas y sin expresion.
- Si.- Logre contestar en un hilo de voz, Michael me sento en unas de las sillas del comedor, clave mi mirada en lo floreado que era el mantel de la mesa, mi hermano Harry me acerco una taza de te caliente para calmar mis nervios.
- Tomatelo, te sentiras mucho mejor despues.- Dijo mi hermano mayor y acto seguido me beso en la mejilla, tal cual como lo hacia cuando eramos niños y yo tenia mucho miedo.
- No se que me paso, de verdad lo siento mucho.- Dije avergonzada dibujando con mi dedo indice la silueta de la taza de te.
- No tienes nada de que disculparte, solo caiste en el vacio de la desesperacion, tenemos que ser fuertes por papa, ahora nos necesita mas que nunca.- Contesto John que estaba recargado en una de las paredes de la cocina.
-Estas agotada, porque no subes y descansas un poco?.- Me pregunto como si cada fibra de mi agotado cuerpo le hubiera susurrado en su oido lo que me sucedia, di un sobo al te de mi hermano me levante de mi puesto y subi a mi habitacion

En silencio Michael subio detras de mi, espero que me cambiara de ropa fuera de mi habitacion y luego entro. Yo me recoste en mi cama perdiendo mi mirada hacia la ventana que estaba a un costado, Michael se sento a mi lado y trato de captar mi atencion sosteniendo mi mano. Solo me tomo un par de segundos mirarle a la cara y perderme en sus ojos, en  donde creaba mi mundo perfecto alejado de tanto dolor y soledad.

- Ya estas mejor?.- Me pregunto, una de sus manos se acerco a mi mejilla y la acarcio, que perfecto el roce de su piel caliente con la mia.
- Un poco.- Conteste con un hilo de voz.
- Duermte, por la mañana te sentiras mucho mejor.- El trato de levantarse pero se lo impedi, no queria estar sola.
- No te vayas.- Hice una pausa y el se sento nuevamente sonriendome.
- No me ire a ningun lado, estare abajo con tus hermanos
- No no! Quedate conmigo.- Dije practicamente desesperada.
- Maggie calmate, no me ire a ninguna parte si asi lo pides.- Me contesto, me hice a un lado y el se acosto, se metio en las sabanas conmigo, yo me recoste en su pecho y el me rodeo con sus brazos. El corazon de Michael estaba muy agitado, el estaba asustado pero no logre entender porque.
- Que tienes?.- Le pregunte, el me acaricio el cabello aun nervioso.
- Es que no hago este tipo de cosas, no va con mis principios.- Contesto serio, me senti mal porque lo estaba obligando hacer algo que a el no le gustaba, me senti mas mounstro que nunca.
- Per.- Me interrumpio justo antes de terminar lo que tenia pensado por decir.
- Tu eres una excepcion.- Contesto, no comprendi mi mente y mi entendimiento estaban perdidos en ese momento.
- Y eso es bueno o malo?.- Pregunte el bajo la mirada hacia mi y me sonrio, bendito ese momento.
- No lo se, creo que hay que superar nos miedos y paranoias, cierto?.
- El miedo es como una ave de carroña que espera el momento que caigas para apoderarse de ti.- Conteste.
- Entonces ya no quiero tener un ave de carroña en mi hombro, Maggie duerme. Despues discutimos esto si?.- Beso mi frente.

Despues de esta conversacion Michael comenzo a cantarme solo a mi, cerre mis ojos y me deje llevar por el sonido de su voz. I´ll Be There, asi se titulaba la cancion. Hermosa letra, hermosa voz... Que perfecto ser me tenia acurrucada en su pecho. La noche y la tristeza se me hacian eternas aun cuando estaba dormida, aunque la soledad y la melancolia estaban de un lado afuera de la puerta de mi habitacion.

Cuando desperte Michael aun estaba a mi lado con sus ojos abiertos como plato observando el techo de mi cuatro, me di cuenta que se habia cambiado de ropa y que tenia los rizos mojados. Su perfecto aroma matutino era tan dulce que lograba quemar mi nariz. Lo sorprendi con un beso en la mejilla, su piel estaba fria por la mañana ademas se notaba que se habia bañado hace pocos minutos, este por mi beso se asusto un poco, no se habia dado cuenta que yo me habia despertado.

- Buenos Dias.- Le dije sonriente a pesar que un vacio me estaba carcomiendo el alma.
- Querras decir Buenas Tardes, haz dormido toda la mañana.- Contesto, mire hacia la mesa en donde habia un reloj que apuntaba a que eran las 3:30pm, me lleve una mano a la cabeza. Mientras yo dormia mis hermanos han de estar ocupados con papeleos y buscando como solucionar las deudas que teniamos encima con el hospital y esas cosas.
- Oh Dios! Es muy tarde.- Me levante con brusquedad de la cama, no logre dar un paso cuando ya Michael me estaba regresando a esta para que siguiera durmiendo.
- No te preocupes, todo esta bien tus hermanos ni tu papa se han levantado, yo me encargue de los niños, estan viendo televison en la sala, subi para ver si seguias dormida pero creo que te desperte, perdoname.- Dijo, que perfeccion de ser Dios Mio, no podia creer que habia hecho tantas cosas mientras nosotros dormiamos en la esperanza de despertar en otro universo en donde mi madre estuviera viva y sonriente como siempre.
- Michael eres un angel, en serio muchas gracias.- Le dije, me le lanze a los brazos, no tenia con que palabras demostrar mi agradecimiento hacia el.
-No me lo agradezcas, me siento normal haciendo este tipo de cosas.- Contesto, me abrazo de la misma manera en que un angel te toma entre sus alas y te lleva a volar hasta el infinito y mas alla.
- Como te puedo agradecer tanto que haz hecho por nosotros?
- Facil.- Contesto encarando una ceja y moridendose el labio inferior, que hermoso ser y que fragil era el suelo que pisaba cuando Michael hacia estos gestos.
- A que te refieres con facil?.- Le pregunte,el miro al piso sonrojado.
- Quiero que pasemos este dia juntos, se que no estas pasando por un momento facil y quiero ayudarte a sonreir, puedo?.- Me pregunto, la desicion fue tomada por un par de segundos, aunque me sentiria malisimo si dejara a mis hermanos y a mis sobrinos solos y yo me fuera a ser feliz por un dia con Michael.
- No se, y mis sobrinos? Alguien los debe cuidar mientras no estamos.- Dije no muy covencida de la idea, Michael me acerco a el y abrazo un poco mas fuerte.
- Ellos vienen con nosotros, no te preocupes de nada. Ya tengo todos los permisos para salir contigo y con los niños incluso el de Danko.
- No se Michael.- Conteste separandome de el solo unos pocos centimetros.
- Maggie quien sabe cuanto tiempo nos queda juntos, pronto yo regresare a Los Angeles y quien sabe si tenga la oportunidad de venir a visitarte mas seguido.- Asi me lo dijo, crudo y sin censura. Me quede en blanco por un momento, el estaba netamente seguro que yo no volveria a Los Angeles, no iria por un buen tiempo. Vaya! Asi me conocia Michael, sabia lo que cada neurona de mi cerebro pensaba, lo que cada fibra de mi cuerpo hacia, era impresionante.
- Cuando vuelves a Los Angeles?.- Pregunte entre nerviosa y paranoica.
- En un par de dias.- Contesto serio, di unos cuantos pasos dandole la espalda, el se acerco pero aun dejando un espacio significativo. No se porque tenia miedo si sabia que esto no tardaria en pasar.
- No soy quien para pedirte que no te vayas
- Y yo tampoco soy quien para suplicarte que te vayas conmigo.- Contesto, me di media vuelta para tratar de dar con su hermosa mirada, me la encontre pero un poco afligida.
- Busca algo neutro, en donde ambos seamos felices a pesar de la distancia.- Le pedi, el lo penso por un momento.

Queria que Michael enetendiera mis indirectas, buscar un lugar neutro? Eso no existe, por eso lo pedi. No habia tal lugar en donde los kilometros de distancia se acortaran, sabia que cuando el llegara a Los Angeles comenzaria a trabajar en su gira con sus hermanos. Su ultima gira con ellos segun el. Mientras yo me quedaria aqui en mi antigua casa, cuidaria de lo que me quedaba de familia, buscaria trabajo en donde incluria algun otro uniforme bochornoso... Pero asi debia ser, comenze algo sin pensar en su final, y el final de nosotros estaba relativamente cerca.

lunes, 27 de junio de 2011

Anuncio!

Hola chicas!

Primero me quiero disculpar con todas ustedes! Se que he tenido olvidadisima esta novela, la verdad es que la inspiracion con ella me estaba haciendo dificil. Prometo que muy pronto tendran un nuevo capitulo.
Hace poco lei un comentario de una chica que le parecio que el Blog no tenia vida, pues a mi me gusta como esta ahora, no soy una experta decorando paginas web, asi que lo siento si a muchas les parece que esto no tiene vida, pero fue una critica constructiva, entonces hare todo lo posible por cambiar.

Por otro lado yo estaba escribiendo una novela llamada "Tu ahora eres mi vida" en un foro, pero el foro creo que tubo algunas complicaciones y lamentablemente cerro sus puertas el pasado 25 de junio, HOY para todas aquella que deseen leerla este es el enlace Tu ahora eres mi vida en el foro iba por el capitulo nro 15, pero aqui comenzare de nuevo para que todas tengan la oportunidad de disfrutarla.

Nos leemos pronto por aqui en Brazos De Angel♥ y espero que les guste mi nueva novela! :) Besos a todas y gracias por todos sus comentarios!

viernes, 8 de abril de 2011

Capitulo 19


La enfermedad de mi madre que cada vez avanzaba a paso furioso, ya tenia el cancer erraizado por todo su cuerpo y ya no habia vuelta atras, mas de mil veces pense que mientras yo vivia en Los Angeles con mis problemas sin solucion, mis padres se daban la buena vida sin mi, error. Siempre me imagine que ellos tenian la culpa de mi ida de casa, otro error. Y obviamente que sin mi ellos eran mas felices, tercer error en una serie de errores.

Todas las noches lloraba al ver a mi madre en ese estado, hasta llegue a pensar si se podia cambiar, cambiarme a mi por ella, darle mi vida, pero esas cosas no pasan. Saben que es llorar por tres meses seguidos?, saben que es ver a tu familia haciendo preparativos para lo inesperado?. Estaba totalmente destruida por dentro y obviamente demacrada por fuera, habia rebajado unos cuantos kilos y mi piel estaba tan palida como la de un vampiro. Michael se habia quedado conmigo durante esos largos tres meses, mis padres y mis hermanos lo habia tomado como uno mas de la familia, esos meses transcurrieron lento, en parte era bueno porque mi tiempo con el era simplemente magico, en el pueblo en donde vivia podiamos salir sin disfrazes, sin preocupacion por las multitudes, todo era muy tranquilo. Michael constantemente se comunicaba con su familia para decirles que el estaba bien y que desde lejos aun seguia trabajando y en realida si lo era, compro un teclado y escribia sus canciones la mayor parte del tiempo, una que otra era dedicada a Elizabeth y otras a mi.

Michael le dio un giro de 360° a mi vida, todo cambio desde el momento en que lo vi aquel dia despues del casi arroyamiento de Danko, sus ojos creaban un mundo distinto para mi, su piel al roce con la mia era electrificante, sus rizos ya estaban mas largos, me habia prometido hacerse un cambio de look, su voz era dulce y firme al mismo tiempo, en realidad el era mi ken hecho humano aunque yo no me consideraba una barbie.

Un 25 de mayo de 1984, me despierta por la mañana una caricia de un perfecto angel en mi mejilla, era como despertar en el paraiso y al tocar el suelo con la planta del pie era regresar a la triste realidad.

- Despierta dormilona.- Me susurro a mi oido, acto seguido beso mi cuello, mis mejillas hasta que sus labios se estamparon contra los mios.
- Cinco minutos mas!.- Suplique envolviendome mas en las cobijas.
- No no, vamos arriba! hoy es un lindo dia.- Dijo besandome nuevamente.
-
- Si no te levantas de esa cama, te hare cosquillas y te arrepentiras.- Contesto, acercando su rostro un poco mas hasta que quedamos nariz con nariz, saque una de mis manos de la cobija y la pose en su cuello para atreaerlo un poco mas. Sus labios y los mios eran completamente adictos uno del otro, Michael me besaba con sutileza y ultimamente con cierto toque de deseo, eran besos humedos, jugozos pero a la vez tiernos y con ese toque dulce que el solo sabia colocar.
- Atrevete.- Le amenaze, otro error.

Trate de safarme de sus brazos y sali corriendo hacia la puerta del baño de nuestra habitacion, esa maldita puerta me odiaba desde el momento en que compramos esa casa ya que nunca abria en el momento necesario, Michael frente a mi me miraba tal cual toro a torero, una mirada netamente desafiante, yo segui forsejeando la puerta pero seguia sin tener logro alguno, ya era demasiado tarde cuando Michael comenzo a correr hacia mi con sus brazos abiertos para atraparme, en un abrir y cerrar de ojos ya me encontraba tirada en la cama con Michael sobre mi haciendome cosquillas, esos eran los unicos momentos en donde podia reir en toda una mañana, lo de mas era una depresion absoluta y una monotonia continua.

- Bastaaa!.- Le dije entre risas a Michael, el se detuvo y se tumbo a mi lado.
- Creo que te volvi a ganar.- Dijo haciendo gestos de grandeza.
- Haz ganado la batalla pero no la guerra.- Lo mire desafiante y el me sonrio.
- Bueno cuando hagamos la guerra de cosquillas tambien te ganare.

Nos quedamos alli por un rato largo, aproximadamente como una hora, yo me recoste en su pecho y el envolvio mi cuerpo con sus perfectos brazos de angel, acaricio mi cabello dandole besos provocando en mi unos chispazos que erizaban mi piel, hasta el latir de su corazon era sumamente perfecto y tranquilizante, era imposible no quedarse dormida abrazando a Michael.

- No te duermas, hoy hay muchas cosas que hacer.- Dijo separando nuestros cuerpos y levantandome de la cama.
- Que vamos hacer hoy? Yo tengo que ir al hospital y hacer mi guardia, hoy me toca cuidar a mi madre lo recuerdas?.- Le conteste con cara de pocos amigos.
- No señorita, me dieron ordenes explicitas de que no te dejara ir al hospital, por consecuente pasaras todo el dia conmigo.- No comprendi muy bien lo que me estaba diciendo, que parte de la historia me perdi, porque no me dejarian ir al hospital?.
- Porque no me dejan ir a ver a mi madre?.- Pregunte algo extrañada.
- Maggie, mira como estas! Esa depresion constante te esta enfermando, tus padres y mas que todo tu madre me dijeron que hoy te relajaras y que pasaras el dia conmigo, tan malo es?.- Contesto Michael, tomandome por la cadera me atrajo hacia el, sus labios se posaron en mi frente y delicada mente bajaron hasta los mios para que se cumpliera uno de los besos mas dulces que jamas habia recibido en mi vida.
- Y besandome trartaras de convenserme de que me vaya contigo?.- Pose mis brazos en su cuello y mis manos jugaban codiciosas por su rizado cabello.
- Eso creo.- Contesto y me volvio a besar.
- Esta bien acepto.
- Genial!
- Jaja creo que la junta con Elizabeth y con George te esta afectando un poco
- Si eso creo, jaja ahora dale ve a cambiarte mientras yo te preparo un rico desayuno..- Beso mi frente y me dejo sola en la habitacion para que yo me pudiera cambiar.

Me mire al espejo y de verdad es que parecia un zombie, tome un baño express, me vesti con un jean que llegaba hasta mis rodillas, una franela azul y unas zapatillas del mismo color que combinaban perfectamente, maquille un poco mis ojeras y deje mi cabello suelto.

Baje rapidamente las escaleras hasta que llegue a la cocina y no encontre a Michael, por mi espalda alguien me abrazo, obviamente era el, su olor tan dulce y peculiar era como mi propia marca de heroina, su respiracion recorrio mi cuello acompañado de ligeros besos que podian hacer que me desmayara en un segundo, pero mis rodillas eran fuertes asi que aguante.

-
- Si me caigo sera tu culpa
- No seas boba ya llegamos, puedes abrir los ojos.

Me quede boquiabierta, en un instante Michael habia decorado toda la sala de mi casa con velas, en el centro coloco lo que seria nuestro desayuno, unos hot cakes que se veian demasiado provocativos, el apetito que habia perdido en meses lo habia ganado en segundos. Michael tomo mi mano y me sento como todo un caballero en un extremo de la mesa y el se sento del otro lado.
En realidad Michael sabia cocinar y dejenme decirles que muy bien. Si me vuelves a besar, creo que quedare inconciente por mucho tiempo.- Dije, me di media vuelta para encontrarme con su dulce mirada. Cierra los ojos.- Me ordeno, como un titere lo hise, el me condujo hacia lo que me imagine que era, la sala de mi casa.
- Quien te enseño a cocinar asi de bien?.- Le pregunte despues que terminamos de comer y llevamos los trastes al lavaplatos.
- Supongamos que cuando eres una super estrella como yo, tembien tienes que aprender tus cosas.- Contesto
- Ya en serio dime quien te enseño super estrella? - Mi mama me enseño, pero shh es un secreto.- Dijo guiñandome un ojo.
- Pues deberias enseñarme a cocinar
- Jaja en serio no sabes?
- No, creeme que hasta el agua se me quema.- Michael se carcajeo durisimo como siempre, su risa era contagiosa demasiado diria yo.
- Jaja en serio?
- Crees que juego con esto? Dale enseñame a cocinar!.- Suplique
- Lo hare, pero ahorita no, que te parece si nos vamos?
- Ummm, buena idea!

Limpiamos todo el desorden que habia hecho Michael al cocinar y salimos de la casa, habiamos decidido caminar hasta la estacion del bus y tomar el primero que pasara a ver a donde nos llevaria.

domingo, 3 de abril de 2011

Capitulo 18


No todo en esta vida es a perder o ha ganar simplemente tenemos que apostar sin miedo, el que no se arriesga simplemente no se equivoca y obviamente jamas aprendera de sus errores. Yo a mi corta edad arriesgue y poco a poco se puede decir que fui ganando, hasta el dia de hoy.

En realidad me costo mucho ganar, absolutamente nada es facil en este mundo, tienes que poner tu mayor sacrificio y dedicacion para poder salir adelante, muchas personas como yo lo han hecho, hemos apostado y ganado y miren como estamos, no puedo decir que soy multimillonaria porque seria mentir, pero vivo bien y ya lo saben, mi pequeña casa que al lado de la de Michael es un cuchitril pero bueh.. Tambien se apuesta y se gana en el amor.

Todos esperan encontrar el amor de su vida o el amor verdadero, lo que no saben es que eso no existe... Lo que enrealidad existe son las barreras internas que nos formamos para llegar a el, entonces nuestra tarea es eliminarlas todas que no quede ni una y en ese momento sabremos si somos capaces de amar correctamente. Yo rompi todas esas barreras cuando conoci a Michael, el hace que todo en mi vida sea perfecto a pesar de la distancia, con una llamada llena mis dias de luz, su voz hace que vuele entre nubes de suave algodon, las mariposas en mi estomago se forman todas y vuelan dentro de mi causandome una sensacion placentera, y cuando siento eso se que aprendi amar..

En cuanto a la salud de mi madre, cada vez estaba peor, las recaidas habian sido un poco mas fuertes y ya habiamos pasado de una enfermera en casa, a una cama clinica, masajes para las articulaciones que los hacia yo, hasta que decidimos internarla en un hospital y esperar.. simplemente esperar.. Mi padre estaba simplemente destrozado al igual que todos nosotros, ver a nuestra madre tan debil era algo sumamente doloroso. El 12 de Febrero de 1984, mi madre tuvo una de las recaidas mas fuertes, el cancer se la estaba llevando cada vez mas y aunque ella era una mujer fuerte y no se daba por vencida ya no habia vuelta atras, todo paso en un abrir y cerrar de ojos. Esa misma noche desde la clinica llame a Michael a su casa, necesitaba hablar con alguien que no fuera de mi entorno familiar, necesitaba un abrazo de el y que mejor que escuchar el sonido dulce de su voz para calmarme.

- Hola?.- Contesto somnoliento, habia olvidado el cambio de horario
- Hola Michael, es Maggie.
- Maggie! como estas?.- Contesto sobresaltado, esto logro sacarme una sonrisa
- No muy bien, perdona si te he despertado.
- Tranquila pequeña, sabes que para ti tengo todo el tiempo del mundo, dime que te pasa?
- Es mi madre..- Hise una pausa para aliviar el enorme nudo en mi garganta que sostenia mis palabras.- Esta muy grave, ya nos dicen que solo son semanas, dias o quizas horas..
- Lo siento mucho linda, no debe ser facil, tienes que pensar que tu madre estara mucho mejor, alomejor son solo recaidas, sabes como es el cancer, no es facil sobrellevarlo.- Dijo alentandome.
- Lo se y no es nada sencillo, todo se me ha hecho cuadritos, temo que ya no despierte.- Dije con mi rostro envuelto en lagrimas.
- No Maggie, no pienses eso.
- Es la verdad, Michael tengo mucho miedo..
- No temas, yo voy para alla dime en donde esta.- Contesto como todo un superheroe.
- The Ohio State University Medical Center.- Dije, limpiando mis lagrimas
- Bien, pero ve al aeropuerto a eso de las 3pm de la tarde a esa hora sera mi llegada alla..
- Y tu trabajo?.- Pregunte
- No te preocupes por eso, tu estas primero y me necesitas asi que voy saliendo para Ohio.
- Michael, gracias
- No me lo agradezcas, ademas es como una excusa para verte, no sabes cuanto te extraño.- Dijo en susurros.
- Yo tambien te extraño
- Pequeña me tengo que ir a preparar maletas, nos vemos pronto..- Dijo despidiendose.

Aun en mi subconciente no entendia lo que habia sucedido, Michael iba a venir para verme y darme apoyo y yo pense que solo era un sueño, me pellizque el brazo mas de 10 veces y obviamente esas diez veces dolieron, osea que si estaba pasando todo. Camine por los pasillos de la clinica sin pensar en absolutamente nada, ni en Michael, mi mente iba vacia sumergida en lo mas parecido a un callejon sin salida. Llegue a la habitacion de mi madre, entre en puntillas no quise despertarla, verla dormir era en parte complaciente, ya que era el unico momento en que los dolores no se apoderaban de su cuerpo.

-  A donde fuistes?.- Me pregunto al escuchar el cerrar de la puerta.
- Hice una llamada telefonica, sigue durmiendo mama.- Conteste acercandome a su cama.
- Lo llamaste?.- Me pregunto sonriente sabiendo que habia hablado con Michael.
- Si y vendra para aca a visitarte.- Le dije guiñando un ojo en señal de complicidad, ella como una de mis manos y se la llevo a su pecho.
- Hija pero estoy muy fea para que Michael Jackson me vea asi!
- No te preocupes por eso, ademas eres hermosa y papa te lo repite todo los dias
- Si pero tu padre no es una superestrella! jaja
- Jaja, bueno en eso si tienes razon, pero tranquila mama, veras que Michael es como uno mas del monton, es un hombre normal, ahora sigue durmiendo si?
- Ok esta bien!.- Me acerque para besar su frente, ella hiso una mueca de dolor, que alomejor penso que no la vi..
- Te duele?
- Hasta el respirar Maggie..- Contesto cerrando los ojos y quedandose profundamente dormida, sabia que dormia porque las maquinas a su lado me lo seguian diciendo controlando cada de las pulsaciones de su debil corazon.

A la mañana siguente me despierta mi hermano John, quien me habia traido desayuno de la cafeteria del hospital, un pansito tostado con jamon y queso, un jugo de naranja y una taza de cafe bien cargado. Mi madre habia pasado un poco mejor la noche, la dosis de medicamentos la habian disminuido por su avanze, aun era poco pero algo es algo. Vi el reloj en mi muñeca y apuntaba a que eran las 7:47 de la mañana. Me despedi de mi madre y me encamine a casa, John se quedo un rato largo con ella. Al llegar a casa me encontre con Harry preparando el desayuno para Elizabeth y George, mi padre aun no despertaba, para el todo esto tambien era dificil.

- Buenos Dias tia Maggie.- Me saludo Elizabeth bajando las escaleras aun en pijama y con un osito de peluche entre los brazos.
- Buenos dias princesita. Como dormiste? - Conteste alzandola en mis brazos besandole la mejilla
- Bien, soñe con Michael Jackson.- Contesto sonriente, sin saber que Michael llegaria esa tarde, imagine que para ellos ver a su abuelita en ese estado necesitaban algo para despejarse..
- En serio? Sabes hoy quiero que pases el dia conmigo si?.- Le propuse, en su rostro de dibujo la sonrisa mas hermosa que jamas pude ver.
- Siiii!.- Contesto entusiasmada.- Y George?.- Pregunto cuando la deje de nuevo en el piso
- Sera una salida de chicas, solo tu y yo que te parece?
- Genial!.- Grito emocionada, corrio hacia los brazos de Harry contandole la idea de que solo saldriamos ella y yo.
- Bueno esta bien, puedes ir pero primero debes comer algo.- Le dijo mi hermano, el me miro y con una sonrisa note su aprobacion.

Subi hasta mi habitacion para darme una larga ducha, a pesar de todo no estaba agotada, me vesti lo mas comoda posible, no tenia la menor idea de a donde llevaria a Elizabeth, no conocia mucho de Ohio, pero ya algo me inventaria. A las 10am ya estabamos encaminadas a la ciudad, el dia juntas se nos paso volando, fuimos a discotiendas, centros comerciales, a un parque, paseamos por el zoo y obviamente como en toda salida de chicas fuimos de compras, el tiempo nos rindio para eso y mucho mas. Despues de nuestro almuerzo en Macdonlads tomamos un taxi al aeropuerto a eso de las 2.30pm, ella iba preguntando cada cinco minutos "Por que vamos al aeropuerto?" y obviamente le conteste "Vamos a recibir a un amigo", nunca le dije que era Michael Jackson, ademas nisiquiera el era mi amigo.. era mi amor verdadero.
Al entrar a aquel enorme aeropuerto comenze a buscar a Michael, camine por todos lados, Elizabeth estaba tan cansada como yo, asi que nos sentamos a tomar algo, a lo lejos divise a un hombre de tez morena, con unos enormes lentes, cabello rizado y alborotado, un bigote que obviamente se veia falso, camisa roja y pantalones de jean y unos tipicos mocasins negros.. Era el.

- Ven Elizabeth, mi amigo ya llego.- Dije tomo su bebida con una manito y la otra me la dio a mi. Dentro de mi el ejercito de mariposas andaban alborotadas, y por cada paso que daba mi corazon se aceleaba un poco mas.
- Tia es el?, es feo!.- Me dijo, claro con ese disfraz que tenia, lucia irreconocible.
- Elizabeth, no jusquez a un libro por su portada.- Le dije en un tono de complicidad, ella no me contesto nada solo se carcajeo bajito.

Los dias que habia pasado sin Michael quedaron en el olvido, ahora estabamos juntos de nuevo y se podia acabar el mundo y no me importaba el estaba aqui y con una de sus miradas todo era simplemente perfecto.

- Que tal el viaje?.- Le pregunte, aunque su mirada estaba tapada por esos enormes lentes sabia que sus ojos achocolatados estaban alli, mirandome fijamente.
- Un poco agotador.- Contesto con una voz gruesa, que me sorprendio he hice todo lo posible para aguantar las risas.
- Ella es Elizabeth, mi sobrina.- Le presente a mi sobrina a su idolo musical y ella ni cuenta se dio
- Hola pequeña, mi nombre es Michael, es un placer conocerte.- Dijo estrechando suavemente su mano
- Un placer Michael, por casualidad no conoces a Michael Jackson?.- Le pregunto inocentemente, Michael se carcajeo bajito y nego con la cabeza.
- Bien que les parece si nos vamos, aqui hay demasiada gente.- Dije ya que Michael estaba jugando a "Identidad Desconocida" lo mejor era salir rapido de alli antes de que lo descubrieran.

Tomamos un taxi que nos llevo a casa, para nuestra suerte estabamos solos, Harry dejo una nota en el refigerador que decia:

Maggie,

Nos hemos ido George y yo de pesca para pasar el rato, John esta con papa en la clinica, en el horno te deje hecho un pollo para que almuerzes si llegan antes, cuida bien a Elizabeth..

Nos vemos en la noche,

Harry.


Elizabeth subio a su habitacion, al parece mi "Amigo" no le habia caido muy bien, pensaba que era feo con ese bigote.

- Bien, en donde dejo mis cosas?.- Dijo con su voz suave y natural
- Ven sigueme.- Lo guie hasta mi habitacion, le di su espacio para que se cambiara y volviera a ser el Michael del cual me enamore.

Bajo en un abrir y cerrar de ojos, con el mismo jean, la misma camisa abierta en V, sus rizos seguian alborotados, pero sin lentes y obviamente si ese feo bigote. Yo me encontraba en la cocina preparandole una merienda a Elizabeth, cuando de pronto senti que me abrazaban los brazos mas calidos y dulces de todo el mundo, la respiracion de Michael recorria todo mi cuello provocando chispasos en mi piel..

- No sabes cuanto extrañe esto.- Me dijo al odio,
delicadamente gire y quedamos frente a frente, pose mis brazos por su cuello, nuestras miradas ardian de deseos de uno por el otro, nuestros labios se encontraron en un beso completamente apasionante, me deje llevar deliberadamente por el, mis manos jugaban deseosas por su cabello, Michael me comprimia mas contra el, suspiros salian de lo mas profundo de nuestro corazon que latia como si hubieramo corrido el maraton de nuestras propias vidas.
- Tambien te extrañe.- Conteste
- Creo que no le cai muy bien a tu sobrina.- Dijo sonriente, como siempre
- Jaja no te preocupes que dentro de poco le dara un infarto cuando te vea.. sin bigote.- Conteste, me acerque un poco mas y Michael me volvio a besar, un beso fugaz pero cargado de la misma dulzura de los demas.
- Jaja tan feo es?
- Bueno, si te soy honesta... Nunca mas te lo coloques!.- El se carcajeo durisimo, un risa tan contagiosa que hasta en Tokio se escuchaba.

Entre risas y besos Michael me ayudo a terminar la merienda de Elizabeth, no sabia sus dotes de chef, le hiso unas galletas de chocolate que quedaron divinas, el me sorprendia cada dia mas.. Por cada segundo que pasabamos juntos era recuperar aquellos dias que pasamos separados.

- Esperame en la sala mientras busco a Elizabeth.- Le ordene a Michael, el se fue a sentar en el sillon con la merienda preparada para darle una gran sorpresa a mi sobrina.
- Liz! ven la merienda esta lista!.- Mas rapido que un rayo, ella bajo las escaleras y se planto frente a mi-.
- Que me preparaste???.- Me pregunto entusiasmada.
- Ve y buscalo en la sala, espero que te guste.-

Ella salio corriendo a la sala, por un momento pense que no se habia dado cuenta claro, hasta que escuche el grito de fan alborotada en mi sobrina que apenas era una nina pequena. Ella corrio hasta donde estaba yo y me miro con esos ojitos llenos de lagrimas de emocion, no sabia que le gustaba tanto.

- Es MICHAEL JACKSON!!!.- Grito emocionada.. otra vez