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martes, 18 de octubre de 2011

Capitulo 20


 Decir adios no es la parte mas facil de una relacion y creo que todos tenemos esto muy claro, cuantos de nosotros no hemos dejado al supuesto amor de nuestra vida a un lado? Todo por que le encontramos defectos que siempre nosotros mismos tenemos y los del problema somos nosotros pero nunca lo vamos admitir, siempre buscaremos a un idiota al cual le podamos hechar en cara el mayor de nuestros defectos.

Por esta primera razon se dice Adios en una relacion, en cambio cuando la cosa se traslada a una familia el Adios siempre viene de la mano de cualquier division politica, y no es un adios tan frio, son esas despedidas que se curan en navidades o en borracheras. En la familia no deberia estar incluida la despedida, porque sabes que en algun momento de la vida se van a volver a encontrar, asi pasen unos 50 años sin ver a tus padres, hermanos primos... Siempre nos encontraremos, eso es lo bonito de la familia.

Pero hay un tipo de Adios que nadie quiere decir, este es el adios a cualquier persona que acaba de partir de este supuesto hermoso mundo y pasa a lo que llaman cielo o infierno. Quien sabe si existe la vida despues de la muerte, aunque para muchas religiones esto es muy serio, a mi me parece extremadamente ironico, pero no discutire eso en este momento.

A este punto queria llegar, no soy una mujer expresiva, soy ese tipo de chicas que sufren en silencio. Mi madre fallecio, si ya se que es un acto triste, pero por favor no se lamenten. Su muerte era algo que practicamente se esperaba, el contar de los dias cada vez eran mas fuertes para ella, el dolor aumentaba. Hasta que una mañana simplemente no desperto. Los medicos nos comunicaron que fue un paro respiratorio, yo pienso que solo se fue.

Semanas dificiles cayeron como lluvia en mi familia, preparar las cosas de la funeraria, explicarles la muerte a mis dos sobrinos, las descompensaciones emocionales de mis padre. Mis hermanos y yo fuimos fuertes pero uno a uno caimos en el avismo de la desesperacion y la depresion, sin saber que hacer o a donde ir. Aunque era un suceso que se esperaba no quisimos afrontar a la realidad de momento, yo aun me encontraba en lo que se llama shock, nisiquiera habia derramado una lagrima por mi madre que ya no estaba a mi lado. En esos momentos dificiles mi escape a un mundo irreal era estar con Michael, no importaba si no nos deciamos palabra alguna, solo deseaba sentirme cuidada, saber que le importaba a alguien. Dias antes del fallecimiento de mi madre, Michael viajo a Los Angeles por un par de dias, luego regreso a mi lado... Dos dias despues de su regreso mi mama se sumergio en un sueño profundo.

La tarde despues del entierro cuando llegamos a casa todos pareciamos un culto de vampiros, estabamos palidos sin cualquier mueca de expresion en el rostro, mi padre solo se sento en su sillon y encendio la televison para ver los deportes. Mis sobrinos se fueron directo a la cama y mis hermanos prepararon te. Yo me quede un rato parada en la puerta y sin hacer ruido alguno Michael estaba a mi lado, la casa estaba completamente vacia, no senti nada, no escuche nada. Era un vacio enorme lo que vivi en ese momento, un dolor en el pecho como si me colocaran unas mil pesas y no pudiera respirar. Sin darme cuenta varias lagrimas comenzaron a mojar mis ojos y a caer deliberadamente por mis mejillas, un nudo en mi garganta detuvo por completo mis palabras y algo no me permitia moverme, exactamente no se que fue.

Unos brazos fuertes me tomaron por la espalda, trataba de escuchar algo pero todo era un silencio tan tormentoso, seguia sin poder respirar y me aqruie hacia el suelo. En eso alguien me me tomo muy fuerte por los brazos, su contacto con mi piel ardia, trate de safarme pero no lo logre. Entre tanto silencio alguien llamo por mi nombre pero solo queria escapar. Visualize entre aquellos rios de lagrimas a tres slituelas pero no la que me llamaba.

- Maggie, mirame.- Dijo esa voz, era dulce pero a la vez firme. Me tomo por el rostro sacudiendomelo un poco. Sus dedos limpiaron mis lagrimas y alli fue cuando lo vi. Su rostro preocupado, solto un suspiro cuando deje de moverme desesperadamente por soltarme, sus ojos aquel perfecto tranquilizante para cualquiera de mis histerias, su tacto de su piel contra la mia era como si me envolvieran en sabanas de seda, y para culminar su voz, musica para mis oidos.

Lo mire por un par de segundos, hasta que cai rendida en mi pelea por escapar de este mundo, Michael me tomo firme por los hombros atrayendome contra su cuerpo, automaticamente mi cabeza quedo justo en su pecho, el palpitar de su corazon era relajante y acompañado de su dulce aroma que embriagaba hasta el ultimo rincon de mis pulmones. Un par de minutos en sus brazos para entender que no iba a enfrentar esta batalla sola, que a pesar de haber perdido a mi madre lo tenia a el, mi mundo podia estar de cabeza pero con Michael a mi lado buscarle una solucion a cualquier problema era sencillo.

- Estas bien?.- Me pregunto susurrandome al oido, mire a mi alrededor y la mirada de mis hermanos estaba clavada en mi, todos con las mismas caras largas y sin expresion.
- Si.- Logre contestar en un hilo de voz, Michael me sento en unas de las sillas del comedor, clave mi mirada en lo floreado que era el mantel de la mesa, mi hermano Harry me acerco una taza de te caliente para calmar mis nervios.
- Tomatelo, te sentiras mucho mejor despues.- Dijo mi hermano mayor y acto seguido me beso en la mejilla, tal cual como lo hacia cuando eramos niños y yo tenia mucho miedo.
- No se que me paso, de verdad lo siento mucho.- Dije avergonzada dibujando con mi dedo indice la silueta de la taza de te.
- No tienes nada de que disculparte, solo caiste en el vacio de la desesperacion, tenemos que ser fuertes por papa, ahora nos necesita mas que nunca.- Contesto John que estaba recargado en una de las paredes de la cocina.
-Estas agotada, porque no subes y descansas un poco?.- Me pregunto como si cada fibra de mi agotado cuerpo le hubiera susurrado en su oido lo que me sucedia, di un sobo al te de mi hermano me levante de mi puesto y subi a mi habitacion

En silencio Michael subio detras de mi, espero que me cambiara de ropa fuera de mi habitacion y luego entro. Yo me recoste en mi cama perdiendo mi mirada hacia la ventana que estaba a un costado, Michael se sento a mi lado y trato de captar mi atencion sosteniendo mi mano. Solo me tomo un par de segundos mirarle a la cara y perderme en sus ojos, en  donde creaba mi mundo perfecto alejado de tanto dolor y soledad.

- Ya estas mejor?.- Me pregunto, una de sus manos se acerco a mi mejilla y la acarcio, que perfecto el roce de su piel caliente con la mia.
- Un poco.- Conteste con un hilo de voz.
- Duermte, por la mañana te sentiras mucho mejor.- El trato de levantarse pero se lo impedi, no queria estar sola.
- No te vayas.- Hice una pausa y el se sento nuevamente sonriendome.
- No me ire a ningun lado, estare abajo con tus hermanos
- No no! Quedate conmigo.- Dije practicamente desesperada.
- Maggie calmate, no me ire a ninguna parte si asi lo pides.- Me contesto, me hice a un lado y el se acosto, se metio en las sabanas conmigo, yo me recoste en su pecho y el me rodeo con sus brazos. El corazon de Michael estaba muy agitado, el estaba asustado pero no logre entender porque.
- Que tienes?.- Le pregunte, el me acaricio el cabello aun nervioso.
- Es que no hago este tipo de cosas, no va con mis principios.- Contesto serio, me senti mal porque lo estaba obligando hacer algo que a el no le gustaba, me senti mas mounstro que nunca.
- Per.- Me interrumpio justo antes de terminar lo que tenia pensado por decir.
- Tu eres una excepcion.- Contesto, no comprendi mi mente y mi entendimiento estaban perdidos en ese momento.
- Y eso es bueno o malo?.- Pregunte el bajo la mirada hacia mi y me sonrio, bendito ese momento.
- No lo se, creo que hay que superar nos miedos y paranoias, cierto?.
- El miedo es como una ave de carroña que espera el momento que caigas para apoderarse de ti.- Conteste.
- Entonces ya no quiero tener un ave de carroña en mi hombro, Maggie duerme. Despues discutimos esto si?.- Beso mi frente.

Despues de esta conversacion Michael comenzo a cantarme solo a mi, cerre mis ojos y me deje llevar por el sonido de su voz. I´ll Be There, asi se titulaba la cancion. Hermosa letra, hermosa voz... Que perfecto ser me tenia acurrucada en su pecho. La noche y la tristeza se me hacian eternas aun cuando estaba dormida, aunque la soledad y la melancolia estaban de un lado afuera de la puerta de mi habitacion.

Cuando desperte Michael aun estaba a mi lado con sus ojos abiertos como plato observando el techo de mi cuatro, me di cuenta que se habia cambiado de ropa y que tenia los rizos mojados. Su perfecto aroma matutino era tan dulce que lograba quemar mi nariz. Lo sorprendi con un beso en la mejilla, su piel estaba fria por la mañana ademas se notaba que se habia bañado hace pocos minutos, este por mi beso se asusto un poco, no se habia dado cuenta que yo me habia despertado.

- Buenos Dias.- Le dije sonriente a pesar que un vacio me estaba carcomiendo el alma.
- Querras decir Buenas Tardes, haz dormido toda la mañana.- Contesto, mire hacia la mesa en donde habia un reloj que apuntaba a que eran las 3:30pm, me lleve una mano a la cabeza. Mientras yo dormia mis hermanos han de estar ocupados con papeleos y buscando como solucionar las deudas que teniamos encima con el hospital y esas cosas.
- Oh Dios! Es muy tarde.- Me levante con brusquedad de la cama, no logre dar un paso cuando ya Michael me estaba regresando a esta para que siguiera durmiendo.
- No te preocupes, todo esta bien tus hermanos ni tu papa se han levantado, yo me encargue de los niños, estan viendo televison en la sala, subi para ver si seguias dormida pero creo que te desperte, perdoname.- Dijo, que perfeccion de ser Dios Mio, no podia creer que habia hecho tantas cosas mientras nosotros dormiamos en la esperanza de despertar en otro universo en donde mi madre estuviera viva y sonriente como siempre.
- Michael eres un angel, en serio muchas gracias.- Le dije, me le lanze a los brazos, no tenia con que palabras demostrar mi agradecimiento hacia el.
-No me lo agradezcas, me siento normal haciendo este tipo de cosas.- Contesto, me abrazo de la misma manera en que un angel te toma entre sus alas y te lleva a volar hasta el infinito y mas alla.
- Como te puedo agradecer tanto que haz hecho por nosotros?
- Facil.- Contesto encarando una ceja y moridendose el labio inferior, que hermoso ser y que fragil era el suelo que pisaba cuando Michael hacia estos gestos.
- A que te refieres con facil?.- Le pregunte,el miro al piso sonrojado.
- Quiero que pasemos este dia juntos, se que no estas pasando por un momento facil y quiero ayudarte a sonreir, puedo?.- Me pregunto, la desicion fue tomada por un par de segundos, aunque me sentiria malisimo si dejara a mis hermanos y a mis sobrinos solos y yo me fuera a ser feliz por un dia con Michael.
- No se, y mis sobrinos? Alguien los debe cuidar mientras no estamos.- Dije no muy covencida de la idea, Michael me acerco a el y abrazo un poco mas fuerte.
- Ellos vienen con nosotros, no te preocupes de nada. Ya tengo todos los permisos para salir contigo y con los niños incluso el de Danko.
- No se Michael.- Conteste separandome de el solo unos pocos centimetros.
- Maggie quien sabe cuanto tiempo nos queda juntos, pronto yo regresare a Los Angeles y quien sabe si tenga la oportunidad de venir a visitarte mas seguido.- Asi me lo dijo, crudo y sin censura. Me quede en blanco por un momento, el estaba netamente seguro que yo no volveria a Los Angeles, no iria por un buen tiempo. Vaya! Asi me conocia Michael, sabia lo que cada neurona de mi cerebro pensaba, lo que cada fibra de mi cuerpo hacia, era impresionante.
- Cuando vuelves a Los Angeles?.- Pregunte entre nerviosa y paranoica.
- En un par de dias.- Contesto serio, di unos cuantos pasos dandole la espalda, el se acerco pero aun dejando un espacio significativo. No se porque tenia miedo si sabia que esto no tardaria en pasar.
- No soy quien para pedirte que no te vayas
- Y yo tampoco soy quien para suplicarte que te vayas conmigo.- Contesto, me di media vuelta para tratar de dar con su hermosa mirada, me la encontre pero un poco afligida.
- Busca algo neutro, en donde ambos seamos felices a pesar de la distancia.- Le pedi, el lo penso por un momento.

Queria que Michael enetendiera mis indirectas, buscar un lugar neutro? Eso no existe, por eso lo pedi. No habia tal lugar en donde los kilometros de distancia se acortaran, sabia que cuando el llegara a Los Angeles comenzaria a trabajar en su gira con sus hermanos. Su ultima gira con ellos segun el. Mientras yo me quedaria aqui en mi antigua casa, cuidaria de lo que me quedaba de familia, buscaria trabajo en donde incluria algun otro uniforme bochornoso... Pero asi debia ser, comenze algo sin pensar en su final, y el final de nosotros estaba relativamente cerca.